Y las notas hijo ?? Toma papá, rellena esta solicitud......

Hoy ha llegado a nuestras manos una propuesta promovida por la Agencia de Protección de Datos de Madrid (APDCM). Habitualmente las entradas del blog las realizamos, independientemente del que la firma, de forma conjunta puesto que los dos mantenemos puntos de vista similares. En este caso, que tarde o temprano tenía que suceder, no ha habido entendimiento entre ambos por lo que compartimos entrada pero no opinión. Os dejamos aquí la noticia y nuestros puntos de vista. ¿De qué parte estáis?
DANI:

Si bien muchas veces hemos creido que la Agencia (aunque en este caso hablemos de la Agencia de Madrid) ha estado a punto o incluso ha sobrepasado la raya en algunas resoluciones, en caso de dar trámite a esta norma, considero que habrá pisado con los dos pies en el otro lado. No voy a negar que gracias a la AEPD se ha avanzado y mucho en un camino correcto, pero ahora estamos caminando sobre arenas movedizas.

Si un alumno puede "esconder" las notas a sus padres a los 16 años, mucho me temo que para una parte de los adolescentes en esa edad, este hecho hará que la educación a partir de esa edad que se convierta en un "todo vale". Aunque no esté relacionado con la LOPD, y tal vez nos apartemos un poco de nuestra temática, hemos de pensar que la enseñanza en la juventud no está pasando por sus mejores momentos: alumnos "rebeldes", gran fracaso escolar... Una de las pocas medidas que un padre puede tomar es su seguimiento escolar, ligado a premios/reprimendas según los resultados obtenidos. Si este único punto de control lo perdemos también, acentuaremos aún más esta fractura que hay en nuestra sociedad actualmente.

Por otro lado, si actualmente consideramos que hasta los 18 años una persona no es mayor de edad y sigue estando "tutelada", ¿por qué debemos hacer una excepción en este tema? Por supuesto debemos ser conscientes que los datos son personales, pero en este caso entrarían en conflicto con el deber de los tutores.
Si bien la Agencia declaró tiempo atrás que no se podían colgar las calificaciones de los alumnos en tablones públicos, el caso en el que nos encontramos difiere mucho de aquel, ya que la única persona a la que se haría conocedora sería al tutor.

Entonces, en estos casos, ¿qué debemos hacer? Al apuntar al "niño" al colegio, ¿hacemos que firme un consentimiento de cesión de datos para que sus calificaciones lleguen al tutor por parte del colegio?

EDGARD:

Pues en contraposición de mi amigo Dani este planteamiento me parece de lo más acertado. CUALQUIER individuo tiene pleno derecho sobre todos aquellos datos que son inherentes a su persona. El argumento de la edad no me parece un criterio determinante puesto que es un juicio totalmente subjetivo. Hay gente de 40 años que parece que tenga 16 o menos, y viceversa. Siempre nos lamentamos de que no hay concienciación, conocimiento, etc.. relativo a la privacidad y/o la protección de los datos de carácter personal, por tanto, me parece estupendo que desde jovencitos tengan claro que poseen plena potestad sobre sus datos y el consiguiente uso. De ser así estoy seguro que las próximas generaciones harán un uso mucho más responsable de sus datos. Obviamente esto tendrá efectos negativos sobre todos aquellos que hacen un uso ilegítimo y/o bordeando la ilegalidad de los datos de las personas. La propia sociedad exigirá el pleno cumplimiento y respeto en orden de garantizar su propia intimidad.

Probablemente esté tirándome piedras sobre mi propio tejado y me arriesgo a que mis dos hijas, aún lo suficientemente pequeñas por suerte, se lo tomen al pie de letra......... aunque con toda sinceridad me parecerá absolutamente perfecto y legítimo. Otra cosa es que me guste o no.
En cuanto al tema de fondo, que es la educación, considero que las calificaciones sólo son la culminación y el reflejo de como ha ido o como va el curso escolar. En otras palabras, la educación debe ser continua y permanente por lo que siendo unos progenitores responsables deberíamos saber en todo momento como está yendo la educación y formación de los "niños". Hay muchos otros temas relacionados como la comunicación padres-hijos, la confianza, el respeto, los valores, la propia escuela, etc. que dependiendo de como se encuentren este tema no dejara de ser una anécdota. En definitiva, estoy convencido de que la solución está en la casa particular de cada uno, es un asunto a solventar entre padres e hijos. Como es lógico no voy a entrar en más detalle puesto que no es para nada la temática del blog.
CITA DEL DIA: "Cuanto más inseguro te sientes más seguro te haces"

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sólo comentar un matiz. la edad clave es la de 14 años según el RLOPD. sólo los menores de 14 años, necesitan el consentimiento de sus padres o tutores.

Anónimo dijo...

Hola Edgar.

Estoy en contra de tu opinión. Puede que tu hijo sea maravilloso en casa, que lo veas estudiar, que lleve los ejercicios al día... pero por algún motivo luego suspende los exámenes (por ejemplo, se ha copiado en clase).

¿Cómo detectas eso si no es en las notas? Además, si tu hijo no te quiere enseñar las notas, es que ni podrás preguntarle al profesor cómo va en clase, pues eso también es información personal...

Esto es rizar el rizo, un absurdo. Admitámoslo, si todos fueran padres perfectos no veo que sirviera, así que imagínate con la realidad imperfecta que somos todos...

Además, que los niños aprendan sus derechos sobre sus datos personales no va a hacer que sepan ejercerlos mejor, si no ¿cómo se explica que haya gente que termine drogándose, emborrachándose, siendo maltratador... con la cantidad de información que hay?

Que no, que hay que poner límites en alguna parte.

Edgard dijo...

Para anónimo 1:

Excelente matización. Hemos hecho referencia a los 16 años puesto que es la edad que aparece en el artículo original de la noticia. A efectos de la problemática de fondo creo que tanto a los 14 como a los 16 no cambian mucho las cosas. Repito, muy buen apunte y gracias por participar.

Para anónimo 2:

Hola Anónimo,
Gracias también por participar. El caso planteado no deja de ser una hipotésis que, como bien dices, no deja de ser, como mínimo, de controvertida aplicación en la vida real. No obstante, tampoco me atrevería a calificarla de absurdo. En esencia todo se reduce a los limites que mencionas. Como es lógico, los limites se ven de distinta forma según desde que lado se miren, es decir, donde acaba mi libertad individual?. Mi posicionamiento en este asunto iba más allá del caso concreto de las notas escolares con lo cual esta “discusión” se podría eternizar y convertirse en algo cercano a la filosofía pura y dura. Sirvate como complemento de respuesta la nueva entrada que he publicado. Saludos.